bebes:una nueva vida
la responsabilidad principal y casi única en la crianza de los hijos/as, corresponde a la mujer. Cada vez es más aceptado y esperado que el padre o la figura paterna tenga mayor participación en el proceso de desarrollo de niños y niñas.
Se ha avanzado en generar relaciones que permitan compartir de manera más equitativa las responsabilidades con la madre. De hecho, los propios padres han demostrado cada ves mayor interés en esto y han demandado tener un rol más explícito que el sólo proveer recursos económicos a la familia. De hecho, esta función privativa de los hombres cada vez es más compartida con la incorporación progresiva de la mujer, al mundo del trabajo.
Todo niño o niña tiene derecho a vivir en familia y a disfrutar de la presencia de la madre y el padre. Esto se encuentra establecido en la Convención Internacional de los Derechos del Niño/a. En dicha convención, se ratifica la noción de niños y niñas, como sujetos de derecho y se consagra la importancia de garantizar, por sobre toda circunstancia, el interés superior del niño o niña, independiente de las circunstancias específicas de cada familia. Así, para todos los niños y niñas, la participación del padre en su proceso de desarrollo es fundamental y debe ser garantizado.
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